sábado, 29 de agosto de 2015

Reseña: Persona 3 Portable (PSP)

Quien me conozca un poco lo sabrá que tengo costumbre de dar el coñazo con los videojuegos cada vez que me dan la oportunidad de sacar a colación el tema en una conversación. Y luego resulta que aquí no he dicho ni pío. Ni análisis, ni una triste reseña ni nada. Dado que aún no he acabado todas las expansiones de Fallout: New Vegas no pude acabar la entrada que tenía planeada para empezar esta sección. Así que, aprovechando que conseguí hacer funcionar un emulador de PSP en mi ordenador, he repasado la lista de las recomendaciones pendientes y después una semana echándole muchas horas por fin puedo hablar de Persona 3.


La saga Persona es un spin-off de la serie principal Shin Megami Tensei. Ambas están desarrolladas por Atlus, pero en Europa ha tenido mucho más acceso e impacto la saga Persona, quizás por su nivel de dificultad un poco más bajo. Persona 3 es un JRPG que mezcla los géneros visual novel y dungeon crawler; esto significa que por el día habrá que ir a clase y hacer amiguitos (o vaguear por ahí, lo que te apetezca) y por la noche tocará ir a una mazmorra que tenemos que recorrer acabando con cada monstruo que encontremos en el camino. Lo mejor que este juego tiene son sin duda los combates, la jugabilidad y sobre todo la carga filosófica y el simbolismo que rodean a todo el juego.

Bienvenidos a Aincra...
digo, Tartarus
Persona 3 cuenta la historia de un chico (Minato Arisato según el manga) que será nuestro avatar en el juego, recién trasladado al instituto Gekkoukan y alojado en la residencia Iwatodai. Durante la noche de su llegada es testigo de un extraño fenómeno que llena las calles de ataúdes y vuelve el cielo de color verde. Sin darle más importancia, entra en su residencia, conoce a alguno de sus compañeros y simplemente se va a dormir porque tiene clases al día siguiente. Este fenómeno es la Hora Oscura, una franja de tiempo entre la medianoche y el día siguiente durante el cual emerge la torre Tartarus, llena de monstruos llamados Sombras que son los causantes del Síndrome de Apatía, una enfermedad de aparición aleatoria que hace a quien la sufre perder la voluntad de vivir y ser poco más que un autómata sin conciencia. Por una casualidad del destino acabamos enrolados en SEES, el grupo de estudiantes que tiene como objetivo evitar que toda la gente acabe convertida en vegetales sin voluntad. Para ello deberán eliminar a todas las Sombras y llegar a la cima de Tartarus. La forma de luchar es mediante los Persona, manifestaciones corpóreas de las máscaras sociales de una persona que se manifiestan disparándose en la cabeza con un revólver especial.

Por tanto, el objetivo en Persona 3 consiste en conseguir y mejorar criaturas para usarlas en peleas por turnos y así avanzar por el mapa y la historia. En resumen, esto es Pokémon con temática para adultos. El combate ni siquiera tiene una barra de tiempo de combate activo como en Final Fantasy IV, sino que los turnos son estáticos y podemos tomarnos el tiempo necesario para planear qué estrategia usar. Es un sistema que a priori parece ya manido pero que está muy bien optimizado y da mucho juego gracias la posibilidad de ganar turnos si usamos el ataque adecuado a la debilidad elemental del enemigo (y luego les puedes dar una paliza gitana). Gracias a innovaciones como éstas o como las que trajo en su día Bravely Default el combate se hace más interesante y profundo, cosa que no viene mal porque la mitad de las horas de juego las vas a pasar en eso: pelear y grindear. La estrategia además tiene un papel importante. Por lo general no son encuentros difíciles si sabes cómo organizar a tu equipo y en cuanto coges el tranquillo a las clases de enemigos que hay se hace más llevadero. Eso sí, un momento de despiste o confiarse demasiado puede ser letal no sólo por cosas como que los enemigos comunes tengan ataques de muerte súbita sino porque la muerte de tu personaje significa game over aunque tus compañeros sigan en pie, lo cual sigue sin acabarme de convencer.


Persona 3: You gotta fuse 'em all!

El tema principal que trata el juego es la relación con la muerte, los vínculos que nos unen y el sentido de la vida. Hay mucha simbología para apoyar esto: una cuenta atrás que se inicia desde el momento en el que empezamos la partida, el Síndrome de Apatía deja a alguien en un estado de muerte en vida, la gente se convierte en ataúdes durante la Hora Oscura, para invocar a los Persona hay que dispararse a la cabeza como si estuviéramos suicidándonos, el menú durante el combate tiene forma de tambor de revólver, todas las criaturas tienen relación con las cartas del tarot simbolizando las etapas del viaje de la vida... Y mejora aún más cuando la trama avanza, planteando dilemas filosóficos sobre el significado de la felicidad y la aceptación de lo inevitable. Me recordó muchísimo a Gantz cuando llega a un punto en el que se cuestiona seriamente si sería preferible vivir en una feliz ignorancia o continuar en una lucha que parece no tener fin. La importancia de los vínculos se demuestra con que el hecho de que sin la adecuada amistad no podremos fortalecer a los Persona. Incluso en esta parte también hay buenos planteamientos filosóficos: en ocasiones es muy fácil seguir el juego a alguien para ganarnos su amistad, pero en otras hay que pararse a pensar si obedecer y dorar la píldora a alguien a toda costa con tal de conseguir mayores poderes aunque vaya en contra de las propias normas morales. En este sentido es donde más brillan las virtudes de este título.


También puedes pasar de tanta moralidad, es una opción

Sin embargo no quiero ocultar nada, esto no es la segunda venida de Jesucristo. Hablemos de puntos flacos:

La trama está mal llevada. No me estoy refiriendo a que sea un juego-película y todo pueda ser contado a base de cinemáticas anime. Quiero decir que casi la trama principal toda está condensada en dos puntos: al principio y al final. La introducción del juego es básicamente un episodio de anime en el que nos cuentan las bases de la historia y se plantean las cuestiones que serán resultas al final. Y digo literalmente al final, en las últimas horas de juego, donde te las van a soltar todas de golpe en vez de dosificarlas de manera regular durante las 60-70 horas que hay entre inicio y final del juego. Apenas si hay cuatro puntos de conflicto entre esos dos momentos, que ignoran un poco los enigmas del principio y sólo plantean otros nuevos, que por lo menos tiene el gusto de resolver pronto. Entonces ¿en medio qué hay? Dos cosas:

True Story
  • Por el día: La mayoría de los días irás a clase por la mañana. En cuanto salgas más te vale ponerte a encontrar a los personajes de las 20 social links que hay y empezar a aumentar la afinidad. Y será mejor que te organices consultando guías, porque yo pensé que estaba repartiendo bien mi tiempo y sólo pude completar unas 12. Total, algo tendrás que hacer mientras la trama principal decide irse de parranda. Tienes un montón de historias secundarias que completar y vas contrarreloj, es muy difícil llegar a acabarlas todas (creo que Persona 4 soluciona esto). Por cierto, ¿recordáis lo que dije arriba sobre dilemas morales? Bueno, puedes hacer caso a tu conciencia y no ayudar a alguien si no crees en su causa. Eso sí, el juego no te da ningún bonus por ello, al contrario; te incita a que te tragues tu moral si quieres completarlo y por tanto conocer toda la historia, más allá de mejorar o no a los Persona.

Soy el jefe secreto que puedes vencer 
antes de ir a por el jefe final y tengo
 mucho más nivel que él. Fuck logic.
  • Por las noches: Todos los combates que te has comido en los más de 200 pisos de la torre Tartarus, los cuales tienen utilidad narrativa nula. En su gran mayoría son carne de farmeo, simplemente aportan experiencia, items, dinero y un reto para la exploración de la torre. Sólo unos 10 de los casi 40 jefes tienen alguna relevancia en la historia, el resto son versiones chetadas de monstruos a los que ya te has enfrentado en los pisos anteriores. Y no, aumentar la dificultad no sirve para contar nada, menos aún cuando la forma de aumentar la dificultad es alargar la barra de vida de los enemigos según avanzas en el juego, haciendo que los últimos combates del juego sean largos y repetitivos. Si al menos la banda sonora estuviese bien repartida... mira que la canción que suena en batalla es un temazo pero acabarás harto de escucharlo una y otra vez en cada pelea.

  • Bonus track: Elizabeth te encargará misiones de vez en cuando como traerle un objeto determinado o quedar con ella, las recompensas hacen que merezcan la pena. También te informará de que de vez en cuando hay gente que acaba en Tartarus por accidente, normalmente en un piso alejado de los atajos que hay para pasar de un bloque a otro, y que necesitan que los rescates. Mucho ojo con esto último, porque yo pasé de ellas y luego resultó que alguna de las personas perdidas eran con los que tenía que seguir manteniendo la amistad y bueno... no pude completar su historia.

Otra cosa que me chirría mucho son los antagonistas. En Persona 3 hay dos tipos de antagonistas: el primero son las Sombras como conjunto, que sigue el modelo clásico de una encarnación de alguna clase de mal supremo o un heraldo de la destrucción. Hasta ahí todo bien, mi problema son los humanos: Strega y otro que llamaremos Sr. X para no spoilear. Strega es un grupo de tres personas que no tienen miedo a la muerte y se interponen en nuestro camino por motivos que no sabemos hasta el final del juego, y ni siquiera lo que explican entonces es coherente con sus actos. Sr. X es un diabolus ex machina, un villano sacado de la manga sin ningún indicio que nos hubiese hecho sospechar o justificar su aparición; no hay por donde cogerlo.


Miss u bro
Sin embargo el mayor problema lo tengo con los Persona. Se supone que son partes de mi mismo ser, que se ven reforzadas mediante la interacción con gente de mi entorno. El problema es forzar el "hazte con todos": todos tus compañeros tienen un sólo Persona que crece con ellos y al que están ligados de tal forma que un crecimiento personal o emocional no sólo los fortalece sino que los hace evolucionar a formas más poderosas. Entonces llegas tú, que eres especial y puedes invocar a más de uno. Concretamente tienes aproximadamente 170, siendo Orpheus el primero que invocas en un momento de máxima tensión. Yo tomé esto como cuando elegí a Charmander en mi primer Pokémon, pensé que había encontrado un compañero que estaría a mi lado durante el viaje y con el que acabaría desarrollando empatía. Pero aquí no, Orpheus se queda obsoleto a las dos horas de juego, y mismo eso pasa con cualquiera durante el juego. La forma de fortalecer a tu equipo es crear nuevos Persona que no tienen nada que ver con los ya usados mediante fusiones entre ellos. Estos nuevos Persona se verán potenciados según hayamos establecido vínculos más fuertes con los personajes. Es aquí donde pierdo la empatía con lo que el juego me ha explicado que son partes de mí porque los trato como una herramienta temporal, algo que desecharé en cuanto encuentre algo más fuerte, como si fuera un arma en Monster Hunter. Además, al poco de avanzar en el juego se tiene acceso al Compendium, un archivo de los Persona que han pasado por nuestro equipo. Su función es la de traernos una copia de alguno que hayamos perdido por un módico precio. ¿Cómo vas a sentir empatía por algo que es tratado como un bien de consumo? Ah, y mi última queja sobre el sistema de fusiones es que no haya una lista de aquellas que has realizado o que no haya guía ninguna sobre cómo llegar a ciertas combinaciones más que prueba y error. Menos mal que papi internet nos cuida y tiene una calculadora de fusiones.

En conclusión, a pesar de todos los fallos que acabo de mencionar, Persona 3 es un juego que merece mucho que le des una oportunidad. El combate es entretenido, la banda sonora es genial y la experiencia general que deja es buena. Es adictivo, tiene momentos emocionales y otros realmente brillantes. Puede que esta saga no tenga tanta popularidad en Occidente como Final Fantasy pero es un más que digno competidor. Toca de manera interesante temas y ambientaciones muy alejadas de la saga de Square. Y sobre todo, en muchos aspectos es lo que estábamos esperando aquellos que, como yo, llevábamos años esperando que Pokémon creciera con su público y dejase de hacer juegos para niños.

Por cierto, la versión que yo jugué y la que recomiendo fue la de PSP, Persona 3 Portable. Se diferencia de las de PS2 en que los gráficos tiene algo de downgrade, los escenarios se han cambiado por dibujos estáticos y se puede jugar con una protagonista femenina. Las escenas anime también se han quedado en la versión de PS2, sustituidas por más diálogo como el resto, aunque para eso ya tenemos Persona 3: The Movie, la serie de 4 OVAs que resumen la historia del videojuego. La mayor ventaja de P3P es que puedes manejar directamente a tus cFompañeros de equipo, mientras que en las demás sólo puedes darles órdenes muy básicas. La versión FES de PS2, una suerte de director's cut tiene un episodio extra llamado The Answer que según he leído es más mazmorreo, así que para algo están los gameplays de Youtube Otra cosa importante es que no hay ninguna versión del juego en castellano ni fansub que haya sacado un parche de traducción, así que no queda otra que jugarlo en inglés.


Persona 3 FES vs Persona 3 Portable
PD: Unas risas para los que ya hayan jugado

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