jueves, 26 de marzo de 2015

Mejores lecturas de 2014: Cómics (Parte 2)


Una semana más, otra disculpa por el retraso al publicar con 3 meses de retraso. En el post anterior hablé de los mejores cómics que descubrí el pasado 2014 y en esta entrada toca la vertiente japonesa con cinco de los mangas más interesantes que cayeron durante el año anterior.


  • Terra Formars, de Yu Sasuga y Kenichi Tachibana.
Ya he hablado de esta serie en prácticamente la mitad de los haul de este blog, pero es que realmente ha sido una de mis revelaciones de este año. Después del final de Gantz han aparecido un puñado de series como Hakaiju y Terra Formars dispuestas a recoger el testigo de seinen con tintes de gore y supervivencia, incluso imitando la estética gráfica de Hiroya Oku. 
¡Zas! ¡En toda la boca!

Tras 500 años el planeta Marte es ahora habitable. Eso sí, está lleno de cucarachas. Cucarachas blindadas hiperhormonadas que te parten la boca en medio parpadeo. Y no hemos mandado a los Cazafantasmas, sino a un equipo internacional de híbridos humano-insecto para combatir el fuego con fuego. Claro que, pronto se darán cuenta de que la horda artrópoda no es el único de sus problemas. La lucha por decidir quién es la plaga y quién el erradicador está servida.



  • Shigurui, de TakiyukiYamaguchi.
Cuando quieren, los japoneses saben hacer buenas adaptaciones, como la que nos ocupa, basada en una novela de Norio Nanjo. Samuráis en el Japón feudal, nada que no hayamos visto antes. O igual no, pues precisamente la gran baza de Shigurui es su arte gráfico. La trama sí que es cierto que no es nada del otro mundo, una clásica historia de venganza entre dos rivales que ocupa pasado y presente a lo largo de toda la obra. Claro que ambos tendrán acompañantes, con igual relevancia y crecimiento que los dos rivales, lo cual es de agradecer, pero no es ese su mejor punto.

La razón por la que está entre mis mejores lecturas es por ser un perfecto ejercicio de gore comedido: toda la elegancia de una lucha a espadas, la justa cantidad de sangre brota de cada corte, dibujados con precisión y sin reparos. Sin duda capaz de hacerte sentir el dolor y la crueldad con la que cada personaje libera sus pasiones y ambiciones, a menudo entremezcladas ambas entre sí. Una suerte de mezcla del espíritu de Vagabond con la visceralidad minuciosa de Saw.


La luna se alza como el hervir de la sangre enloquecida

  • Akame ga Kill!, de Tetsuya Tashiro y Takahiro.
Míra que monos, aquí seguían todos aún con vida.
No voy a engañar a nadie, es un shonen de manual. Hay dos bandos, uno bueno y otro malo (un imperio milenario en este caso) que se enfrentan con armas muy chulas y rimbombantes. Personajes valerosos, sacrificios y nuevas entradas en ambos bandos, todo envuelto en aire de epiquismo y tragedia un poco forzada. De ésto ya tenemos de sobre en otras obras como Tengen Toppa Gurren Lagann, con la que comparte algún paralelismo.

Pero aún con todo lo dicho, Akame ga Kill! tiene un "algo" que lo hace diferente. Está muy bien encontrar un shonen que no nos trate del todo como a adolescentes mimados; donde las muertes sean verdaderas, los personajes crueles son realmente crueles y la moral es cuestionable en ambos bandos. Un producto hecho con cariño, que no sorprende pero igualmente engancha.


  • Nozoki Ana, de Wakou Honna.
Cuando te mudas a un piso nuevo descubres que los vecinos son una lotería. Puede tocarte al lado el fiestero entre semana, el heavy que berrea en la ducha... Incluso la chica que te hace chantaje para espiarte a través de un agujero en la pared y permite que la espíes tu también. O al menos eso es lo que le ocurre al protagonista de Nozoki Ana al conocer a la misteriosa Emiru. De esta forma empieza una historia de amoríos y crecimiento personal con toques bien picantes.

No os hacéis a la idea de lo difícil que se me hace reseñar un manga hentai sin quedar como un pervertido. Ojo, que no todo van a ser escenas de sexo; de hecho es bastante comedido con los planos de imagen (aunque pechos a la vista tampoco es que falten precisamente). Nozoki Ana es interesante y pervertido a partes iguales. En resumen, mi placer culpable del año.

  • Solanin, de Inio Asano.

Estaba asustada. Cada dia. Sólo queria hacer las cosas de la
manera correcta.... Y ni siquiera sé cómo tengo que hacer 
las cosas bien...
En nuestra juventud las promesas se entremezclan con los sueños y la sombra de ambos oculta el farragoso e injusto mundo de los adultos. Emprendemos proyectos, conocemos y perdemos gente a lo largo del proceso. Luego llega el día en el que sales de una facultad con un título debajo del brazo, igual hasta es el del trabajo al que te quieres dedicar, pero con una mano delante y otra detrás. Puede ser que te lleves bien con tu familia o que no sea así, es posible que tengas pareja o que incluso conviváis juntos como jovenzuelos. Y de pronto una noche en el sofá de tu casa te preguntarás donde ha quedado esa banda de música con tus colegas del barrio.

Inio Asano es alguien que ha dado muchos tumbos en la vida, que ha conocido el ego, el desamparo y la derrota. Solanin es una de sus obras más recientes, ahora que ha vivido más, se ha dejado de onanismo vanguardista (Nijigahara Holograph) y puede hablar en retrospectiva. Es un comentario de esa segunda adolescencia que es la incorporación a la vida laboral y a la rutina de primer mundo mientras se lidia con los recuerdos de unos anhelos diliudos en el tiempo. Y en dos tomos nada más, lectura para una tarde y devaneos mentales para una semana.


Puta vida, tete...

Por último, igual que en el post anterior, aquí van unas pocas menciones de honor con algunos títulos que se quedaron a las puertas de entrar o bien que en un futuro recibirán una reseña en condiciones. Próximamente tendréis la última parte de mis lecturas pasadas con una entrada dedicada a libros. ¡Hasta entonces!



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